Muchas aplicaciones, que van desde el micro-maquinado a la biomedicina, entre otras, demandan sistemas láser en fibra óptica con frecuencias bajas (alrededor de 1 MHz) de pulsos de luz por debajo del nanosegundo. Estos pulsos podrían luego ser amplificados para generar pulsos de alta energía. Estos requerimientos impiden el uso de fuentes de luz láser usuales, como los láseres Q-switch.